Nala
Nala
Alba, Aroa y Charo.
Somos Charo, Aroa, Alba y por supuesto Nala, la protagonista. Nala es una perra de raza Mastín Español, rescatada a los pocos días de nacer, ya que iba a ser sacrificada con el resto de sus hermanos. Estuvimos dándoles biberón a todos (6 en total) hasta que pudimos regalarlos.
Nosotras decidimos quedarnos con Nala.
Ella era asustadiza y su miedo lo exteriorizaba a modo de ladrido "agresivo". Apenas podíamos sacarla de paseo, ya que cualquier ruido y cosa extraña para ella le alteraba descomunalmente. A pesar, de convivir con otra perrita llamada Luna.
Desesperadas por el crecimiento rápido de Nala y los muchos malos consejos de conocidos y veterinarios acudimos y dimos gracias por aparecer en Malilupus, en especial a Luis.
Llamamos para informarnos y Coral nos dijo que Nala tenía solución, el trato con ella fue genial.
Luis nos enseñó a entender a Nala, a dirigirla, educarla, pero sobre todo a enfrentarla al problema del miedo. Su ansiedad y nerviosismo nos impedía disfrutar de ella y con ella.
Desde la primera clase, no diré cambio, diré evolución ha sido considerable. Aunque Nala ya se sabe controlar su nervio y su miedo, aún nos queda mucho a nosotras como dueñas y responsables el seguir trabajando diariamente pero sobre todo practicar todo lo que Luis nos ha enseñado. Porque estas clases de adiestramiento no son para los perros son para las personas principalmente, ya que nos pensamos que sabemos hacer todo bien, y no es así. Lo mejor para una perra o un perro es que su dueño se comporte con naturalidad. Luis es una persona que a parte de saber mucho no, muchísimo sobre la psicología del perro, y su comportamiento, es una persona que brilla con luz propia y lo transmite en cada clase y eso hace que todo sea más ameno y productivo. Esto muchos veterinarios deberían saber hacerlo. No todo es tan rígido como lo quieren hacer ver. Cada animal tiene que tener un trato individual, pero a cada perro o perra deberían ponerle un Luis en su vida. A nosotras nos ha cambiado la vida pero sobre todo ha ayudado y cambiado la vida de Nala. Ahora es una auténtica perra sin miedos, ni nervios, ni ansiedad. Esto es un trabajo diario.
La residencia es muy acogedora. Hemos dejado a Nala ya unos días con Luis y su equipo. Después de estas fiestas Nala volverá a Malilupus para seguir trabajando y adaptándose a su vida perruna.
El contacto con Luis no lo perderemos, porque aunque sea para tomarnos un café siempre nos va a enseñar algo que nos quede por aprender y él nos pueda aportar para mejorar siempre nosotras y la conducta de Nala.
Luis y Malilupus. Malilupus y Luis, un Gracias se queda corto.